Cómo realizar correctamente la limpieza en profundidad

 Tradicionalmente se asocia un piso o una casa con el lugar más seguro para escapar de todo tipo de adversidades, incluidas las enfermedades. Pero cuando se trata de virus y bacterias que pueden causar enfermedades graves, es difícil sentirse seguro incluso en su propia casa.



Además de la prevención de enfermedades en forma de endurecimiento y toma de vitaminas, una de las formas más eficaces de proteger a sus seres queridos de las enfermedades es crear un clima interior saludable mediante la limpieza en húmedo. Cómo hacer la limpieza en húmedo y con qué frecuencia hay que limpiar las habitaciones: conozcámoslo todo en detalle.

¿Con qué frecuencia se debe limpiar en húmedo?

La limpieza en húmedo no sólo reduce en gran medida la cantidad de polvo en la habitación, sino también los microorganismos que alberga, como bacterias, virus y ácaros. 

La limpieza húmeda periódica ayuda a reducir el número de estos microorganismos hasta un nivel seguro.

Es necesaria una mayor frecuencia de limpieza en húmedo si

Los niños, las personas con alergias y los ancianos viven en el piso: su inmunidad se debilita y son más susceptibles a los patógenos de todo tipo.

hay animales de compañía en la casa, incluidos los que están en el exterior. Los pelos, la suciedad de la calle y los restos de saliva en el mobiliario constituyen un caldo de cultivo para las bacterias y mantienen activos los virus.

un miembro de la familia está enfermo o acaba de padecer una enfermedad

Las habitaciones han sido o están siendo redecoradas, lo que tradicionalmente genera mucho polvo.

La frecuencia de la limpieza interior puede desglosarse por tipo de trabajo:

Ventilar diariamente todas las habitaciones, guardar los objetos de uso cotidiano, lavar la vajilla y las encimeras de la cocina, enjuagar y secar el fregadero, la bañera y la cabina de ducha.

Una o dos veces por semana, aspire y friegue el suelo y limpie el polvo de las superficies horizontales, los interruptores de la luz y los pomos de las puertas.

Una vez al mes deberías añadir a tu rutina de limpieza el lavado de las alfombras del baño y de la puerta principal.

Cada tres meses hay que limpiar las ventanas, quitar el polvo del techo y las paredes y desinfectar la habitación.

Durante los meses más cálidos, la habitación debe limpiarse más a menudo, ya que al ventilar la habitación entra el polvo de la calle, los gases de escape y el polen de las plantas.

Cuando intente crear un microclima saludable en la habitación, recuerde que una limpieza demasiado frecuente puede tener el efecto contrario: con una limpieza estéril, la inmunidad de los niños no encuentra fuentes de enfermedad y puede formarse más lentamente, y el contacto frecuente de las superficies de madera y pintura con las soluciones de limpieza puede hacer que los muebles se desgasten pronto. Recuerda que es mejor leer las instrucciones de uso antes de limpiar para no dañar las superficies.

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