limpieza de pisos: reglas básicas

  Limpieza de pisos: reglas básicas

¿Con qué frecuencia se debe limpiar en húmedo?

La limpieza en húmedo reduce los niveles de polvo en el aire y combate los ácaros y las bacterias, por lo que debe hacerse con regularidad. Lo mejor es limpiar las superficies especialmente polvorientas con un paño húmedo cada pocos días y fregar los suelos de las zonas de paso, y una vez a la semana pasar una fregona húmeda completa. Es especialmente importante limpiar con regularidad a finales de primavera y en verano, cuando el aire contiene más polvo, polen y otras micropartículas.

Qué hacer con la limpieza

Cada vez que limpie en húmedo, es conveniente quitar el polvo de los alféizares, las estanterías y las superficies de los muebles, y limpiar los suelos y las instalaciones sanitarias. También debes limpiar todos los electrodomésticos, en los que el polvo se acumula muy rápidamente. No olvides las lámparas de mesa, los jarrones y otros adornos.

Cada dos semanas, dependiendo de la temporada y de las peculiaridades de tu piso, deberías añadir a esta lista las lámparas de araña, especialmente las de formas complicadas, los radiadores de pilas, las puertas y los portales. Y también las superficies interiores de los armarios y cajones del pasillo, donde se acumula el polvo y la suciedad debido al contacto con la ropa exterior y los zapatos.

En qué orden limpiar su piso

Comience siempre con una limpieza en seco, retirando primero la basura y cepillando el polvo grueso con un cepillo o un paño seco.

A continuación, ve de arriba a abajo: empieza por la lámpara de araña y los niveles superiores de armarios y estanterías, cuadros y apliques. A continuación, pase a las mesas y a los alféizares de las ventanas, limpie los portales y las puertas, las figuritas y otros objetos del nivel intermedio. Si es necesario, limpie los muebles blandos y las alfombras con un paño húmedo y un detergente especial. Los espejos y las puertas de los muebles de cristal pueden limpiarse al final del proceso de limpieza, ya que pueden recoger fácilmente pequeñas partículas de polvo.

Termina la limpieza en húmedo lavando el suelo. Cuando friegues en húmedo, procura moverte desde los rincones más alejados del piso hasta la entrada del mismo, así evitarás reintroducir el polvo y la suciedad en las habitaciones que acabas de lavar. Limpie los pasillos y corredores en último lugar, esto permitirá que los suelos de otras habitaciones se sequen antes de volver a ellos.

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